En un contexto en permanente cambio, las empresas que apuestan por formar y capacitar a sus profesionales mejoran su nivel de competitividad. Pero, además, es preciso impulsar una cultura participativa en las organizaciones, y es que para Mikel Sarriegi, “ambos aspectos son complementarios: personas y cultura organizacional”.
La formación continua es clave para las empresas a la hora de atraer y retener el talento. Desde ADEGI, Asociación de Empresas de Gipuzkoa, ¿qué visión tienen al respecto?
La formación continua es clave para atraer y mantener el talento en las empresas pero, sobre todo, lo es en el desarrollo de ese talento. En una etapa inicial puede ser un elemento que favorezca la atracción y la incorporación de personas en las empresas, como también lo son otros factores como la cultura, el propósito, los retos o el proyecto que pueda ofrecer la organización. Y, a su vez, una formación continua adaptada al desarrollo personal y profesional de las personas a todos los niveles es una valiosa herramienta de cara a mantener ese talento, facilitando la mejora de sus conocimientos y habilidades para el desempeño de su trabajo.
Teniendo en cuenta que la gestión del conocimiento se encuentra íntimamente ligada a la competitividad empresarial, ¿han apreciado un incremento en la demanda de las empresas en este sentido? Y, ¿qué tipo de formaciones son las más demandadas?
En un entorno cambiante, competitivo y digitalizado como el actual no hay duda de que las empresas con personas mejor formadas y capacitadas mejoran su nivel de competitividad; de la misma forma que organizaciones con una cultura abierta y participativa son más innovadoras y competitivas, por lo que ambos aspectos son complementarios: personas y cultura organizacional. Las empresas no solo buscan la mejora de los conocimientos técnicos de sus trabajadores/as, sino sobre todo necesitan que desarrollen nuevas habilidades y competencias. Las empresas necesitan personas que tengan un papel protagonista en el cambio, personas más adaptativas, polivalentes e innovadoras y para ello es necesario trabajar estas competencias. La oferta formativa es muy amplia, pero quizás en estos momentos las áreas formativas que más se demandan en las empresas pueden ser las relacionadas con la transformación digital y las vinculadas al desarrollo personas a través de las competencias soft.
Adegi forma parte del Consejo Vasco de Formación Profesional, ¿sobre qué líneas están trabajando?
La orientación desde edades tempranas es importante, trabajamos por un modelo de formación más flexible, adaptado a las necesidades de las empresas; la formación dual tanto en la oferta universitaria como en la formación profesional es clave, se están desarrollando programas de especialización donde la empresa es parte del itinerario formativo del alumnado; impulsamos la colaboración Formación Profesional-Universidad para buscar programas formativos comunes; otro aspecto importante es la importancia que tienen las vocaciones STEM y en especial la incorporación de la mujer a estudios científico-técnicos. Como se ve, son muchas las líneas que se están trabajando en colaboración con el mundo educativo.
Sobre el futuro, ¿hacia dónde creen que va el futuro de la formación continua?
Debemos entender la formación continua como una formación a lo largo de la vida, clave para capacitar a las personas de cara a contribuir en su desarrollo personal y profesional, con el objetivo de mejorar el conocimiento y las competencias, sus aptitudes y actitudes. La formación continua tendrá que adaptarse y evolucionar en este entorno tan cambiante como el que nos encontramos. Hoy las necesidades formativas pueden estar orientadas a la digitalización o la inteligencia artificial, pero seguro que en un periodo corto serán otras. Y todos estos cambios van a requerir un cambio de cultura de las organizaciones y de las personas que las componen. Una detección de necesidades de formación acertada, una flexibilidad y agilidad de la oferta formativa, y un equilibrio entre el conocimiento técnico y las competencias soft van a ser claves en el futuro de la formación continua.